Leyendo una guía para emprendedores de la Cámara de Comercio de Málaga, me he tropezado con una llamativa, y cuanto menos curiosa, clasificación de los distintos tipos de emprendedores se pueden encontrar en el mundo de los negocios, son los siguientes tipos:
- Emprendedor “Antoñita la fantástica”. Llamado así por vivir en un mundo aparte que no se corresponde en absoluto con el real. ¡¡Con este negocio nos forramos!!
- Emprendedor “Chiquito”. Dícese de aquel emprendedor que no termina de definir su modelo de negocio porque nada le parece adecuado y es demasiado crítico con él mismo, siempre quiere dar otro matiz a lo que hace y ésto ralentiza su propio proceso. “No puedor, no puedor”
- Emprendedor “Gollum”. Aquel que no da información sobre sus proyectos (innovadores o no) por miedo a que se los roben. “¡Es mío, mi tesoooro!”
- Emprendedor “Síndrome de la caja de mantecados”. Es aquel incapaz de vender la típica caja de mantecados para el viaje fin de estudios, pero que tiene el firme propósito de crear su propia empresa. “¡Mamá, ¿se la vendes a tus amigas?”
- Emprendedor “Tío Gilito”. Con sobrinos o sin ellos, este emprendedor está provisto de la cantidad monetaria necesaria para formar su negocio pero carece de lo más importante, la idea y el modelo de negocio asociado que le hará trabajar en él. «Ser millonario es un trabajo mucho más agradecido que cargar cajas».
- Emprendedor “Willy Fog”. Su fotografía está impresa en todas las compañías “Low-cost” de aerolíneas del país por ser el cliente del mes. Se caracteriza por querer implantar todas las ideas innovadoras que ha visto en los diferentes lugares en los que ha estado. “Son ochenta días son, ochenta nada más…”