El coste laboral por trabajador en términos brutos fue de 30.670,05 euros en 2009, según los resultados de la Encuesta Anual de Coste Laboral (EACL). Este coste representa un incremento del 3,6% respecto del año 2008. Si se restan las subvenciones y deducciones que se recibieron de las Administraciones Públicas, se obtiene un coste neto de 30.402,32 euros, con un crecimiento interanual del 3,5%. La industria, con un coste total neto por trabajador de 33.897,73 euros durante 2009, fue el sector económico con mayores costes laborales y con menor incremento interanual de los mismos (3,1%), destacando el aumento del coste no salarial (6,0%) respecto al de los costes salariales (2,0%).
Las empresas de mayor tamaño pagaron mayores sueldos por trabajador que las empresas medianas y pequeñas. En consecuencia, también las cotizaciones a la Seguridad Social de las primeras fueron mayores. Las subvenciones y deducciones fiscales, en valor absoluto, son similares en todas las empresas, independientemente del tamaño de las mismas.
Tener una empresa que opere por debajo de las medias provinciales en costes puede ser indicativo de poca estabilidad laboral y alta rotación con las consecuencias negativas que ello tiene para el funcionamiento de la propia empresa.