“Es que tengo que priorizar o no me da tiempo a todo”. Vale, pero ¿cómo priorizas?, ¿en función de qué priorizas?, ¿de acuerdo a su urgencia o a su importancia e impacto reales? Comprender la verdadera importancia de una tarea es una de las claves de la Productividad. Lo que yo llamo coloquialmente “poner cada calcetín en su cajón” te ayuda a comprender por qué y cómo hay que hacer esto o aquello. Entender la repercusión, calibrar el impacto real que cada cosa tiene en tu día o en un proyecto a largo plazo es la mejor forma de priorizar.
No hablo, naturalmente, de cuando tu jefe te ordena algo. Ahí la prioridad y los motivos están claros. Hablo de la prioridad que nos fijamos nosotros mismos con cada cosa que hacemos: leer el Email, entrar en Twitter, leer feeds, hacer una presentación, acceder a una petición de un compañero, responder a la llamada de un cliente… piensa la cantidad de tareas y cosas que haces al cabo del día.
“¡Es que esto es muy urgente!” ¿De verdad lo es? ¿No puedes posponerlo un poco y hacer ahora eso otro que tienes ahí y que sí es importante? Cuando eres capaz de discernir y separar con nitidez lo Urgente de lo Importante empiezas a actuar con Productividad de verdad.
Recuerda la frase que yo repito con tanta frecuencia en mis artículos: ser productivo es cuestión de saber elegir.
Original de Think Wasabi
Foto | VeganWarrior