1. LAS REUNIONES “MISTERIOSAS” o sin orden del día: son totalmente improvisadas, en las que uno no sabe si se hablará de los resultados económicos, de la enésima victoria de Nadal, de la interminable crisis o de qué. En el momento de comenzar se lanza el tema elegido que coge a los asistentes por sorpresa, sin datos, sin información… que conllevará una segunda reunión, donde cada uno de los integrantes podrá defender su área.
2. LAS REUNIONES “HASTA CUANDO SEA”. Son reuniones sin hora de finalización y son peores que una maratón non-stop de películas pastelonas. No puede ser que duren tanto porque no se está resolviendo el fin del mundo. Debemos aprender a resumir e intentar ser breves. Tampoco es aceptable una subespecie. LAS REUNIONES “AHORA VOY” o “EMPEZAD SIN MÍ”. Suele pasar que quien convoca la reunión no acude a la hora, o deja a sus invitados que empiecen sin él… ¿De qué querrá que se hable si quien la convoca no está? Hay que ser metódicos e intentar, por todos los medios, seguir el horario establecido en el orden del día.
3. LAS REUNIONES “PER TUTTI”. Las reuniones con miles de asistentes que parecen más una quedada de antiguos alumnos del colegio o de la universidad de tu promoción porque hay algunos que no sabes quienes son y te preguntas a ti mismo ¿estos trabajan aquí? A las reuniones deben asistir las personas estrictamente necesarias. Cuantas veces os habéis planteado la pregunta ¿son necesarios todos los que están en la reunión? Incluso… ¿Y a mí, para qué me han convocado, si esto no va conmigo?
4. LAS REUNIONES “ME COMPROMETO A… NO HACER NADA”. Se suele llegar a acuerdos o reparto de tareas con muchas ganas en la misma reunión, pero a los días, todo el mundo se olvida de lo pactado y de las tareas que tienen que hacer porque, al final, nadie lo va a controlar. Eso sí, igual en un mes la reunión vuelve a convocarse, para hablar de lo mismo y comprometerse a… hacer nada.
5. LAS REUNIONES “BATALLA CAMPAL”. Como ya he comentado en el punto uno, las reuniones sin agenda suelen terminar en reproches interdepartamentales o entre compañeros. La cuestión es buscar culpables que no sean uno mismo. Sólo se escuchan excusas baratas y argumentos que vuelven hacia atrás en vez de avanzar.
6. LAS REUNIONES “OTELO”. Se trata de una reunión monólogo donde suele haber más gente, sin embargo, hay determinadas personas que toman la palabra y ya no la sueltan, hablando y hablando, sin dejar meter baza e incluso, contradiciéndose. Estas personas se equivocaron de carrera y deberían plantearse la faceta teatral para ir de gira.
7. LAS REUNIONES “SÍ, SÍ, QUÉ BONITO ES TODO”: Quizás sean las más peligrosas, pues demuestran la gran hipocresía que existe dentro de las empresas. Todos los asistentes parecen estar de acuerdo con todo lo debatido, pero tras abandonar la reunión les falta tiempo para empezar a despotricar: “¡Fíjate lo que me han hecho! O ¡no me han dejado hablar!…
8. LAS REUNIONES “AL FINAL DEL HORARIO LABORAL”.Todos tenemos muchas cosas que hacer. Pero si la jornada termina a las 6, no es lógico poner una reunión a las 6. Los asistentes llevan todo el día trabajando por lo que el nivel de atención bajará.
Foto|raul.ctic