Pues como todo, depende y por lo visto da igual. Y es que el 40% de los empleados europeos tienen restringido o prohibido el acceso a Facebook en su puesto de trabajo, pero en cambio uno de cada tres empleados españoles, el 33%, aún conociendo la restricción la desafían y reconocen conectarse habitualmente durante el horario laboral.
Asimismo, tal y como nos informan en el Confidencial, en esa proporción del 33% también reconocen el uso de apps de almacenamiento de la nube (32%), aplicaciones de mensajería y telefonía (38%), servicios de streaming de vídeos (32%) y Twitter (30%) en el trabajo. Estos empleados también manifestaron no conocer las prohibiciones impuestas en su lugar de trabajo, o usaron su propia tecnología para esquivarlas o saltárselas.
Esto datos los ha obtenido Samsumg intentando conocer los hábitos de sus trabajadores en el estudio People-Inspired Security; donde más de la mitad, el 51% de los trabajadores que participaron, afirma que sus superiores les dan total libertad para usar tecnología en su puesto de trabajo, conscientes de que hacen un buen uso de ella. En contrapartida, casi una quinta parte (15%) de los trabajadores afirma que sus superiores asumen que tienen poco o muy poco conocimiento tecnológico e imponen restricciones extremas en tecnología para evitar un mal uso generando esto gran desconfianza.
En el Reino Unido es donde los trabajadores utilizan Facebook con más frecuencia, desafiando las normas de su empresas. A los británicos les siguen los alemanes (34%), españoles (33%), italianos (32%) y belgas y holandeses (31%). El país con los trabajadores más obedientes respecto a las políticas de uso de la Red es Francia, donde solo uno de cada cinco empleados (20%) acceden a Internet en contra de las directrices de sus superiores.