Lo que diferentes organismos habían vaticinado y el Gobierno español ha ido siempre por detrás y de manera más modesta, ha sido al fin reconocido sin más tapujos: la crisis será aún más dura en 2009 y hará que el paro se dispare y que la economía española sufra su primera caída en 16 años. La modificación de las previsiones para 2009 en sus variables macroeconómicas deja unas cifras difícilmente digeribles.