En cada rincón de nuestra geografía podemos encontrar una especie única: el autónomo. Cada mañana el autónomo se dirige a trabajar, pero jamás lo hace en manada.Todavía está caliente – refiriéndose a un café – y se ha dejado el ticket, seguro que vuelve a por él. El autónomo pasa muchas horas fuera para poder alimentar a sus crías, miren como se lo agradecen – se abraza a sus hijos -. Cualquier momento es bueno para ahorrar porque el dinero siempre sale de su bolsillo […]
A diferencia de otras especies el autónomo es independiente, evita los deslazamientos en manada y se mueve a sus anchas sin pedir permiso a nadie, por eso trabaja donde le apetece […]
El autónomo transportista gracias a su sentido de la orientación emigra a tierras lejanas al norte de la reserva, suerte que cuando su instinto le falla consulta desde el extranjero los mapas de carretera […]
Entre todos los autónomos hay uno que nunca descansa hasta atrapar a su presa: el comercial. A menudo le es suficiente un «eso déjelo en manos de un profesional» o «por el presupuesto no se preocupe» para conseguir su objetivo […]
La autónomo diseñadora día tras día sale de su guarida para cazar nuevos clientes por eso debe estar preparada para trabajar dentro y fuera de la madriguera […]
En la siguiente escena pueden observar como la autónoma arquitecta es acorralada por su depredador, el constructor intenta convencerla de algo y ella se defiende bajándose los planos de la obra […]
Hemos logrado introducirnos en la guarida de un taxista, aquí pueden ver como nuestro ejemplar ha colocado estratégicamente su móvil de ultima generación para deslumbrar al resto de las especies […]