El emprendedor debe tener en cuenta el registro de marca o la patente de su producto para evitar copias, litigios y el uso indebido de su obra. Aun así, sólo el 40,7% de las pymes españolas afirma haber utilizado la propiedad industrial para registrar marcas, invenciones o diseños, según el Informe ePyme 2011 de Fundetec.
Éstas son algunas claves que hay que tener en cuenta para proteger su obra:
¿Por qué se debe registrar la marca y patentar los productos?
Es una de las herramientas que posee el creador para defender la autoría de su obra. María Dolores Garayalde, socia del área de propiedad intelectual de Baker & McKenzie, explica que “este registro confiere al titular el derecho exclusivo de su uso y prohibe a terceros que la utilicen sin el consentimiento”.
El autor podrá exigir además las medidas necesarias para su salvaguardia y acudir a la justicia para defenderse.
Para Alfonso Arbaiza, director general de Fundetec, “una patente es un activo que aporta valor a la empresa. Es la única manera que dispone de proteger su futuro”.
¿Dónde se hace el registro?
El emprendedor acude a la oficina correspondiente según el territorio en el que quiera operar. De este modo, el registro puede realizarse en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) para las marcas nacionales; en la Oficina de Armonización del Mercado Interior, para las comunitarias, o en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, para las internacionales.
¿Cuánto cuesta?
Nuria Marcos, directora general de Pons Patentes y Marcas, explica que “todo depende del territorio donde se registre”. Marcos calcula que el precio del registro en el ámbito europeo y en Estados Unidos ronda los 1.200 euros. En España, la inscripción de la marca supone unos 150 euros y el coste para la solicitud de una patente internacional se encuentra en torno a los 3.000 euros.
La marca se puede renovar cada diez años de forma indefinida, pero el periodo de vigencia de una patente es de 20 años. Durante este tiempo hay que pagar anualmente unas tasas.
Lo que no se debe olvidar.
Luis Beneyto, socio de Elzaburu, expone que “el hecho de no disponer de un registro implica debilidad a la hora de defenderla frente a terceros”, y añade que “hay que vigilar y atacar posibles intentos de registro de marcas similares a la nuestra”.
Antes de acudir a la oficina de registro, el emprendedor tiene que realizar una búsqueda para conocer si la marca que pretende usar no ha sido solicitada y ya está vigente.
Una vez otorgado el registro, el autor debe comenzar a explotar la marca y operar en el mercado.
¿Qué pasa si no patentas tus productos?
- Si no se patenta una marca o un producto, el emprendedor puede perder los derechos exclusivos que genera la patente y se vuelve más vulnerable frente a sus competidores.
- No hay alternativa que garantice los derechos del emprendedor si éste decide no proteger sus invenciones. La opción a las patentes son los secretos industriales y éstos son muy difíciles de mantener cuando una empresa está creciendo, ya que complica la publicidad de la compañía en el mercado.
- Sin una patente que garantice la exclusividad de su idea el emprendedor no puede acudir a inversores para buscar financiación.
- Sin el registro de un producto o una marca será más complicado poner en marcha una estrategia de internacionalización de la compañía. El emprendedor no contará con la protección necesaria para negociar con potenciales distribuidores o fabricantes de otros países, ni garantizarse que no le van a copiar. Es decir, perderá oportunidades internacionales.
- Si no dispone de una marca registrada el empresario no podrá negociar con terceros su tecnología, ni disponer de información cierta de por dónde se están moviendo las tendencias de su sector y tomar decisiones comerciales que maximicen sus beneficios.
Tu creatividad también puede estar a salvo en la Red
Safe Creative. Esta plataforma, creada en 2007, nace con el fin de que cualquier autor pueda registrar su obra y cubrir, de este modo, las necesidades que se planteaban en cuanto al registro y licenciamiento para contenidos digitales y en Internet. Actualmente posee más de 70.000 usuarios.
Future Copyright. Esta iniciativa de registro online se pone en marcha en Inglaterra con el fin de proporcionar un sitio en el que los autores patenten y controlen su obra. De este modo, también se garantiza la autenticidad de las creaciones a través de una prueba legal de propiedad.
Myows. Por cinco dólares al mes si es un diseño web y por nueve si es un blog, una poesía o una ilustración, esta plataforma permite el registro de trabajos para probar la autoría, generar contactos y licencias, eliminar las reproducciones ilegales y tomar medidas contra copias.
Myspark. Este portal facilita el registro de obras de acuerdo a lo establecido por la Oficina de Copyright de Estados Unidos. Los autores pueden controlar sus creaciones escritas, musicales o visuales por 85 dólares al mes. Esta iniciativa fue puesta en marcha en 2011.
Fuente > Expansión