La falta de crédito sigue siendo un problema para la economía española, especialmente para las pymes, pero hubo cambios el año pasado, según defendió ayer en el Congreso de los Diputados el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Ramón Escolano. A ello contribuyó el propio banco público gracias a la concesión de casi 14.000 millones de euros a través de sus líneas de mediación, una cifra que supone un incremento del 21% con respecto a 2012 y representa el 11% del total de los préstamos que en España recibe la pequeña y mediana empresa.
Es más, en líneas generales, incluyendo la actividad de la banca comercial, el presidente del ICO considera que se puede hablar de una mayor fluidez de la financiación que, aun cuando no haya resuelto completamente el problema, «sí que se está notando ya en la economía real».
Si los bancos prestan más se debe en parte a que también se enfrentan con menores dificultades a la hora de conseguir capital en los mercados, y el ICO puede dar testimonio de que aquéllos vuelven a estar plenamente abiertos para las entidades financieras. No en vano el Instituto captó en 2013 recursos por valor de 10.700 millones de euros. Pero más que la cantidad, lo que Escolano quiso resaltar es que «la mitad de ese capital provino de inversores extranjeros, una situación que no se daba desde los años previos a la crisis».
Y en 2014 es posible que se vuelva a la situación que Escolano considera como la «normal», esto es, que la mayoría de los recursos provenga de manos foráneas.
Capital riesgo
De más allá de los fronteras españolas también provienen muchos de los fondos y gestores de capital riesgo que el ICO ha buscado atraer a través del mecanismo denominado FondICO Global, con el propósito de que constituyen para las pymes una vía de financiación al margen de los cauces bancarios tradicionales.
Escolano se mostró «satisfecho» con la manera que el FondICO está rindiendo y cuyo objetivo es hacer llegar a las empresas españolas 5.000 millones de euros en los próximos cuatro años. El número uno del ICO resaltó que esa cifra iguala, e incluso supera, las manejadas por instrumentos comparables que se han puesto en marcha en Europa o en países de referencia en este ámbito como Israel.
Fuente > El Economista