La economía sumergida en España «se ha estabilizado desde 2010» entorno al 20% del PIB, siendo este nivel solo superado en la Unión Euroepa por Italia con el 21%, y muy por encima de las estimaciones de Alemania (13%), Francia (10%) o Reino Unido (10%). [pullquote]En España hay un millón de puestos de trabajo irregulares[/pullquote]
Destacan los expertos que si España se aproximara a la media de los países más grandes de Europa la recaudación adicional sería entre 18.000 y 20.000 millones de euros al año, ya que es «irreal» hacer aflorar los 200.000 millones que representan ese 20% del PIB. Del total de la economía sumergida en España el estudio hecho por la Fundación de Estudios Financieros (FEF) concluye que en torno a un 8% del PIB es consecuencia del fraude en materia laboral, lo que en términos de empleo equivaldría a al menos un millón de puestos de trabajo que deberían aflorar.
Bruselas prepara un plan de lucha contra el fraude
El Ejecutivo comunitario carece de competencias para combatir el fenómeno en solitario. Pero la magnitud del problema ha llevado al comisario de Empleo, László Andor, a intentar hacer algo más que recomendar a los países que persigan las irregularidades. Su departamento lanzó la semana pasada una consulta a los agentes sociales para poder contar con sus propuestas en septiembre y presentar un conjunto de medidas a partir del otoño.
En el documento que justifica la consulta, los expertos señalan los falsos autónomos como un fenómeno “que crece para eludir pagar impuestos, cotizaciones la Seguridad Social y otras obligaciones laborales”. A la Comisión le preocupa, además, que esa figura pueda prestar servicios más fácilmente en varios países comunitarios, con lo que el fraude se multiplica.
Medidas para combatir la economía sumergida
En este sentido, entre las medidas preventivas laborales que se proponen están las de implantar los «minijobs» —empleos de hasta 400 euros al mes por un máximo de 40 horas mensuales—, introducidos en Alemania en 2002 y que suponen nuevas categorías de trabajo regular que permiten a los que trabajan en la economía sumergida acceder a un empleo declarado, así como un mayor uso del contrato a tiempo parcial y de los de formación.
En el ámbito fiscal recomiendan simplificar las figuras impositivas, reducir los tipos marginales del IRPF, el Impuesto de Sociedades, eliminar deducciones y una armonización gradual de categorías de productos en el IVA. La economía sumergida se incrementó en 2008 y repuntó en 2009. El presidente de la FEF, Juan Carlos Ureta, ha incidido en que tipos marginales muy elevados y la complejidad impositiva promueven la economía irregular, mientras que una mayor presión fiscal no es un factor determinante para el fraude. España, con una presión fiscal algo inferior a la del Reino Unido, presenta un tamaño de economía sumergida más elevado.
Por otra parte, los analistas señalan que la economía sumergida en España se incrementó en 2008 con el inicio de la crisis económica y repuntó en 2009 para estabilizarse a partir de 2010 en el entorno del 20%, frente a la evolución a la baja que están registrando otros países de la Unión Europea.
Asimismo, el estudio indica que los sectores más regulados, como el eléctrico o los servicios financieros, tienen menores niveles de economía sumergida, por debajo de un 10%, frente a la construcción que alcanza casi un 35% o el comercio mayorista y la hostelería, que ronda el 20%.
Fuentes >20 Minutos y El Pais