La Sareb (Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria), más conocido como el banco malo español, ha dado a conocer una de sus estrategias para sacarle partido a los inmuebles con los que cuenta en cartera y que son los procedentes del stock que tenían los bancos como consecuencia de la crisis inmobiliaria.
Pues bien, parece sencillo, la Sareb tiene en su inventario entre 500 y 600 locales comerciales distribuidos por toda la geografía española y pretende, con ellos, contribuir a la reducción del desempleo alquilando dichos locales a emprendedores a precios bajos o facilitando bondadosos periodos de carencia en el pago del alquiler.
La idea parece simple, pero veamos sus cosas positivas y negativas:
Lo positivo
Esta inciativa, quizá, pueda facilitar que los dueños de los locales de algunas zonas ajusten sus precios a la baja, cosa que en muchos de los casos no ha sucedido durante la crisis, ya que el precio en ocasiones sigue siendo el mismos de antes del 2007, lo que ha sucedido que en vez de tener un emprendedor como inquilino durante todo el tiempo, en ese mismo local han abierto y cerrado cinco negocios, con lo que su renta se ha mantenido constante.
Lo negativo
Si el local no tiene inquilino o se trata, tal y como dice la Sareb, de «un activo problemático» o es porque posiblemente no esté bien situado, o no sirva, o el arquitecto hizo más locales de los que se necesitaban en la zona o por lo que sea. Hay que tener en cuenta que la Sareb contaba con 3.500 locales y le queda aproximadamente un 15%, lo que posiblemente implique que queden los que no han podido vender.
El hecho de que esté disponible un local no quiere decir que tenga que existir un negocio en él.
Empujando a los emprendedores a emprender no se reduce el desempleo, sino que se generan desastres peores. En este sentido se debe tener en cuenta que el local es sólo una de las cosas de las muchas claves que debe manejar el emprendedor, es sólo un recurso físico.
Foto | ME DAIS POCA
me ha gustado mucho la coletilla final del articulo, emprender si pero con cabeza