El estudio elaborado por Cepyme sobre la situación de la morosidad en España arroja luces y sombras. Su indicador de morosidad empresarial repunta para el periodo relativo al tercer trimestre de 2013 porque aumenta en 1,4 puntos la ratio de morosidad del crédito comercial entre empresas. Esta sería, sin duda, la parte más sombría del indicador; mientras la luz la aporta el hecho de que haya disminuido en un día el periodo medio de pago en idéntico periodo (hasta situarse en un promedio agregado de 80,6 días).
Una de las conclusiones más importantes de este informe es que los periodos medios de pago entre las empresas han seguido cayendo, aunque no al elevado ritmo al que lo hicieron al comienzo de la crisis. Sin embargo, Cepyme reconoce que sigue existiendo una demora significativa por encima del periodo legal de pago, establecido en la ley en 60 días.
Cómo cobran y pagan las empresas
Además, un análisis en detalle de cómo cobran y pagan las empresas (teniendo en cuenta todas las operaciones comerciales y no solo las interempresas) desvela que el tamaño de la compañía es un determinante fundamental en estos indicadores.
Con las cifras que ha podido recopilar Cepyme, se desprende que cuanto mayor es el tamaño de la corporación, mejor es la relación entre periodos de cobro a los clientes y de pago a los proveedores. Esto es atribuible, entre otros factores, a la estructura de los mercados y al distinto poder de negociación que confiere a las empresas su propio tamaño.
Costes y competitividad
Así, las grandes compañías sufren en menor medida los costes que tienen los retrasos en los cobros a sus clientes y suelen contar con menos restricciones en el acceso al crédito, dadas las garantías que puede ofrecer su patrimonio.
Según las cifras del Banco de España, las empresas pequeñas registran periodos de cobro a sus clientes de casi 20 días por encima de los obtenidos por las grandes sociedades, una brecha que incluso alcanzó los 23 días en los peores momentos de la crisis; las empresas de mayor tamaño cobran de sus clientes a un promedio de 50 días y abonan las facturas de sus proveedores en 67,70 días.
Sin embargo, la situación en las pymes es bien distinta, ya que el tiempo medio que tardan en pagar a sus proveedores (71,2 días) es a veces incluso menor que el que necesitan para cobrar sus operaciones de venta (80 días en el agregado, aunque la media de cobro en las pymes es de 69,50 días).
La morosidad por Comunidades Autónomas
Si se atiende a la clasificación por comunidades autónomas, la clasificación recoge que las pymes que más tarde cobran sus facturas son las instaladas en Canarias, con un plazo de 88,6 días, 8,6 días por encima de la media. Le siguen de cerca las compañías de Andalucía y Canarias, con 87,1 y 85,2 días de media. Las que más pronto ven saldadas sus deudas son las pymes de Aragón, con un plazo medio de 70 días. En cualquier caso, ninguna cumple el plazo de 60 días marcada en la ley estatal.
Fuente > Cinco Dias