Siempre se ha hablado lo que significa el oro como valor refugio para los inversores, y que caiga su demanda puede suponer que dichos inversores ven, aunque sea de lejos, el final de la crisis, pero también puede significar el fin de la proliferación de las tiendas de compra y venta de oro.
Y es que la demanda mundial de oro alcanzó en el segundo trimestre del año un volumen de 856,3 toneladas, con un valor estimado de 38.952 millones de dólares (29.287 millones de euros), lo que representa el dato más débil en prácticamente cuatro años, según informó el Consejo Mundial del Oro (WGC).
En concreto, el volumen de compras de oro en el segundo trimestre supone un descenso interanual del 12,1%, mientras que el importe dismuyó un 23% por la depreciación del metal precioso.
El fuerte descenso de la demanda de oro se explica por la caída del 57% en el volumen de compras por parte de los bancos centrales, hasta 71,1 toneladas, así como por la caída del 63% de la inversión en oro, hasta 105,4 toneladas. Por contra, la demanda de oro procedente del segmento de joyería creció un 37%, hasta 575,5 toneladas.
Esta caida ha sido minorada por el consumo de oro en China donde se disparó en más de la mitad en el primer semestre del 2013 fortaleciendo la visión de que el país podría superar este año a India como el mayor consumidor de oro del mundo. Y es que los precios del oro perdieron cerca de un quinto de su valor este año tras 12 años consecutivos de aumentos, estimulando la demanda en India y China, donde el oro es parte esencial de los casamientos y regalos