En la velocidad de subida —la rapidez a la que los datos se trasladan desde un ordenador a la red— el resultado es todavía peor: con una media de 0,46 megabits por segundo, España ocupa el puesto 93, como Georgia en la clasificación del índice de desarrollo humano de la ONU. Son datos que se añaden a otros: la banda ancha en España es, según la Comisión Europea, de las más caras de toda la UE, solo por detrás de Rumanía, la República Checa y Austria; cuatro de cada diez españoles, frente a tres de cada diez ciudadanos comunitarios, no se han asomado jamás a la red; las operadoras incumplen sistemáticamente la velocidad que ha contratado el usuario.
Visto en El Periódico