El Ministerio de Hacienda está preparando una modificación profunda del sistema de tributación por módulos que tiene como objetivo limitar al máximo el uso de este modelo fiscal simplificado únicamente para aquellos autónomos y micropymes que facturen directamente al consumidor final, como taxistas, peluqueros o quioscos.
El cambio, que se quiere incluir dentro de la reforma tributaria que el Gobierno se comprometió a presentar en el primer trimestre de 2014, sí obligará a tributar por el sistema de estimación directa a los emprendedores cuyos clientes sean mayoritariamente empresas.
Exigirá, además, a quienes opten por permanecer en módulos, llevar una contabilidad básica, con un registro de ingresos y gastos identificables que permita demostrar con la máxima transparencia la existencia de pérdidas y ganancias en el negocio, lo que ayudará también en la lucha contra el fraude fiscal.
Una complicación administrativa que, en opinión de los representantes de las organizaciones mayoritarias del trabajo autónomo, impulsará a muchos de los emprendedores que tributan hoy por módulos a optar por la estimación directa.
Se pretende de esta forma culminar la modificación que entró en vigor a principios de este año por la que se excluye del sistema de módulos a quienes facturen menos del 50 por ciento de sus operaciones a particulares y su volumen de rendimientos íntegros del año anterior sea superior a 50.000 euros.
Renta y cese de actividad
Esta reforma del sistema de módulos tiene, además, el visto bueno de las asociaciones representativas de los autónomos, que coinciden con Hacienda en afirmar que la medida permitirá elevar el número de prestaciones por cese de actividad, el llamado paro de los autónomos, y que hasta el momento cuenta con muy pocos beneficiarios. La ley exige demostrar dos años de pérdidas para obtener la prestación «y con el sistema de módulos es imposible demostrar las pérdidas». Respecto al impacto de la medida sobre la recaudación impositiva, los expertos consultados estiman que su efecto será «neutro», porque dependerá de la evolución de la economía. Apuntan, incluso, que en estos momentos sería perjudicial para el Tesoro, puesto que la actividad está en descenso.
Desde la Administración Tributaria se recuerda que, el año próximo, entra en vigor el llamado IVA de Caja, que permitirá a autónomos y pymes pagar el impuesto sólo cuando se cobren efectivamente las facturas, y del que están excluidos aquellos que tributan por el régimen de módulos.
Apuntan, además, que a partir del año 2010 y con motivo de la caída de la actividad económica por la recesión, Hacienda viene aplicando una reducción del 5 por ciento en los rendimientos de los módulos para compensar la caída del negocio a efectos de fiscales. Reducción que el colectivo siempre ha calificado de insuficiente, alegando que la caída de las ventas y rendimientos netos se situaba en torno al 12 por ciento anual. Una posible disparidad entre ingresos y tributación que ahora podría subsanarse con el cambio al sistema de la estimación directa.
En relación con este punto, los últimos datos de la Agencia Tributaria estiman que la renta neta de los autónomos, es decir, una vez deducidos los gastos profesionales, Seguridad Social incluida, no llega en la mayoría de los casos a la cantidad de 10.000 euros anuales , y que el 77 por ciento de los emprendedores que se encuentra en el régimen de estimación directa no llega a una renta efectiva de 1.000 euros al mes.
Sin embargo, en el caso de los autónomos que declaran por el sistema de módulos, la media anual estimada supera ligeramente los 10.722 euros anuales y su disminución progresiva es menor, ya que este sistema se establece de acuerdo con datos objetivos indicados por Hacienda y, pese a la crisis, la reducción de los módulos no se ha acompasado a la variación del negocio.
Fuente > El Economista
Foto > Heraldo.es