El Gobierno paraece dispuesto a que las Cámaras de Comercio no caigan por su propio peso, y es que un decreto en 2010, con la supresión del impuesto cameral a las empresas, puso contra las cuerdas al sistema de Cámaras de Comercio, que operaba en España desde hacía 122 años, dejándolas sin financiación. Sin embargo, una ley de Rajoy permitirá su continuidad y le conferirá un mayor protagonismo en la internacionalización, la competitividad, la formación y el arbitraje, en lo que parece un rescate a medida.[pullquote]Se sustituirá el actual Consejo Superior de Cámaras por la Cámara de Comercio de España[/pullquote]
Para esto el Gobierno acaba de aprobar un anteproyecto de Ley de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación por el que se crea la Cámara de Comercio de España, para fomentar la internacionalización de las pymes y otorgarles un papel más activo en la formación dual, que compatibiliza la formación teórica y la práctica.
De esta forma empezó la tramitación de la nueva Ley de Cámaras que serán financiadas a través de los ingresos que generen sus propios servicios y de aportaciones voluntarias, aunque también podrán firmar convenios de colaboración con el Estado y las autonomías. Esta La nueva normativa permite que las Cámaras incentiven las contribuciones voluntarias pudiendo dar, si lo estiman conveniente, una mayor representatividad en sus órganos de gobierno, a las empresas que hayan realizado pagos.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que la nueva ley dota de un marco jurídico más seguro a las cámaras españolas que estarán muy vinculadas con la red internacional de cámaras para ‘abrir la puerta a las pymes a los mercados exteriores y fomentar las exportaciones’.[pullquote]Se pretente dar mas relevancia a las cámaras de comercio españolas tal y como las tienen en otros países europeos, como Alemania o Austria[/pullquote]
Entre las novedades que incluye el anteproyecto está la obligación de que sean públicas las retribuciones de los altos cargos de las Cámaras y la eliminación de la obligación de que haya una cámara oficial por provincia.
Sáenz de Santamaría explicó que se trata de sustituir el actual Consejo Superior de Cámaras por la Cámara de Comercio de España, órgano que representará y coordinará al resto de entidades. Las dos tareas fundamentales que deberá llevar a cabo este organismo será la de desarrollar un Plan Cameral de Internacionalización, que fomente la salida de las pymes españolas al extranjero, y un Plan Cameral de Competitividad para impulsar la formación profesional dual y frenar el elevado paro juvenil.
Con esto el Gobierno pretende dotar de mayor relevancia a las cámaras de comercio españolas tal y como las tienen en otros países europeos, como Alemania o Austria.