Las empresas españolas están convencidas de que los códigos QR son útiles en tiempos de crisis, pero a la hora de la verdad, solo 3 de cada 10 compañías que utilizan los códigos bidimensionales lo hace como herramienta de marketing. Este es uno de los datos que arroja el primer “Estudio sobre estrategias de marketing móvil con códigos QR”, elaborado por Selenus con la participación de 75 compañías que han utilizado alguna vez los códigos bidimensionales en sus campañas.
Pero la realidad dista mucho del escenario idílico que se presupone para este nuevo canal de marketing móvil, al menos en España. El primer dato es revelador: el 68,8% de las empresas que recurren a los códigos QR lo hace sin ningún tipo de estrategia y sin herramientas para medir la eficacia.
La encuesta pone de manifiesto que la mayoría de empresas ni siquiera se preocupa por medir el impacto de su código QR. El 53% de las compañías no dispone de estadísticas de escaneos, por lo que desaprovechan el retorno de información que les ofrece su propio público potencial. Paradójicamente, un 41% considera que disponer de esta información “sería interesante”.
Respecto a las motivaciones para utilizar el QR como estrategia de marketing, un 58,8% de las empresas señala el hecho de “dotar de vida” a sus soportes offline (carteles, folletos, anuncios en prensa…). Para otro 52,9% supone “abrir otro canal para sus clientes” y para un 47,1% “distinguirse de la competencia”. Ampliar la información del producto solo es un aliciente para el 5,9% de las empresas.
La estrategia, el punto débil
La cartelería, el soporte predilecto
Disponer de un código QR con un diseño personalizado es un requisito al que solo prestan atención 3 de cada 7 empresas (31,3%), pese a que ello contribuye a reforzar nuestra imagen de marca. Pero el capítulo en el que se muestran más convencidas las empresas es en los soportes: el 82,5% de las compañías asegura saber cuál es el soporte más eficaz para su código QR. Una amplia mayoría del 81,3% los coloca en folletos y cartelería, el 37,5% en anuncios en prensa y el 31,3% en tarjetas. La mitad de los encuestados considera que el merchandising es un soporte idóneo para su código QR, pero sólo el 6,3% puede permitírselo. Otros soportes asequibles como el etiquetado del producto (packaging) aún no son aprovechados por las empresas, cuyo uso también se reduce al 6,3%.
Valoración media: aprobado
Si las empresas tuvieran que ejercer de profesores y dar una nota al trabajo realizado con su código QR, el resultado sería de un aprobado raspado. La valoración media alcanza un 5,8 pero, si este es un ejercicio de autocrítica, parece que las empresas están dispuestas a aplicarse más en el futuro. El 69% asegura que piensa aumentar el uso del código QR en los próximos meses, frente a un 25% que continuará en la misma línea que hasta ahora. Solo un 6% de las empresas considera que el código QR no le ha aportado nada y se plantea reducirlo o eliminarlo de sus soportes.
Fuente > Benjalink