Y es que los últimos datos sobre morosidad sitúan a los 3,7 millones de empresas que hay en España en una situación más que difícil, ya que el 65% de las pymes, que suponen el 98% del tejido empresarial, se acerca a una situación de quiebra debido al retraso de los pagos y las pérdidas generadas por los impagos.
Así, España es el segundo país con el plazo de pago más largo, 98 días frente a los 57 de media en Europa; retraso que produce intereses adicionales, pérdida de beneficios y menor liquidez.
A esto hay que sumarle que el porcentaje de denegación de créditos a pequeñas y medianas empresas se mantienen actualmente entorno al 33% alcanzado el pasado mes de marzo, cuando se triplicó desde el 11% registrado en febrero.
El porcentaje de pymes que aseguran tener problemas de financiación ha pasado del 65% a principios de año al 88% actual, según el estudio.
A pesar de la creciente morosidad, tan sólo seis de cada diez empresas están preparadas para controlar la morosidad de forma eficiente y las políticas de control de riesgo en las compañías que venden a crédito se están volviendo más restrictivas, con el fin de blindarse frente a una morosidad en alza.
Fuente > Europa Press