Y es que precisamente lo que nos chirría es esto; sé que con lo que voy a decir soy bastante obvio, pero es que tener que remarcar a estas alturas la economía como sostenible no me parece del todo sano. Con esto, no me refiriero a la parte de la Ley de I+D+i ni a las energías renovables sino a la parte financiera de esta Ley.
La economía entendida como «la correcta distribución de los recursos escasos para satisfacer las necesidades del ser humano», hace que el adjetivo sostenible sobre por estar totalmente implícito en la propia definición, ya que hablamos de administrar correctamente recursos a lo largo del tiempo; si no fuera así, no sería economía, sería otra cosa.
Se sobreentiende de esto que perfecto que se intente cambiar a largo plazo, se habla de 2020, el modelo económico español para hacerlo sostenible, pero lo único que hace es confirmar que llevamos muchos años en el camino equivocado con un modelo cuyo final era su agotamiento, y al ser los últimos en darnos cuenta lo pagaremos con creces. Por esto, entre otras cosas, nos definía ‘The Economist’ el otro día como «el enfermo de Europa».
Ver > Nota de prensa Anteproyecto de Ley de Economía sostenible y Presentación de Anteproyecto de Ley de Economía sostenible