Ser un experto en algo o el mejor en cualquier campo que sea extremadamente competitivo es complicado, pero existen teorías el talento lo podemos desarrollar en base a una fórmula: el trabajo duro.
Sin entrar en el eterno debate si nacemos o no con ciertos dones, o si el emprendedor nace o se hace, el caso es que hemos visto una teoría, y su contrateoría, que nos han llamado la atención, sobre todo desde el punto que el que algo quiere lo puede conseguir en base a voluntad y esfuerzo.
La teoría de las 10.000 horas
El emprendedor debe saber que existe una teoría, comúnmente conocida como la regla de las 10.000 horas, generada por Anders Ericcson, profesor de Psicología de la Universidad de Florida, que realizó varios experimentos y que publicó bajo el título: The Role of deliberate practice in the acquisitionof expert perfomance
Esta regla de las 10.000 horas o de los 10 años, sostiene que todas las habilidades se crean utilizando el mismo mecanismo fundamental y es que, según dice el autor: «No hay ningún tipo de célula que posean los genios y no tengamos el resto»[pullquote] Bill Gates es un ejemplo de emprendedor que cumple con esta regla[/pullquote]
Pero, ¿Cómo llegó a esta conclusión?
Anders Ericcson, a principio de los años 90, con otros colegas, en la Academia de Música de Berlín, realizó un estudio para el que dividió los violinistas de la escuela en tres grupos:
- Las estrellas, los que tenían más potencial para ser músicos de talla.
- Los que eran juzgados por sus profesores como simplemente buenos.
- Los estudiantes que tenían escasas posibilidades de acabar dedicándose profesionalmente a la música.
A todos estos estudiantes se les preguntó cuántas horas habían practicado aproximadamente con su violín desde el primer día que cogieron el primero, siendo la respuesta de los tres grupos la misma, todos practicaban unas 2 o 3 horas semanales desde los 5 años de edad.
Sin embargo, las diferencias entre los tres grupo comenzaban a partir de los 8 años de edad, donde los estudiantes del primer grupo respondieron que a esa edad duplicaron las horas de prácticas, a los 16 años, ya practicaban 14 horas semanales y a los 20 años era posible que algunos ya practicaran unas 30 horas semanales.
Es aquí donde aparecen las 10.000 horas, y es que todos los estudiantes que habían practicado ese gran número de horas pertenecían al primer grupo, al de las estrellas, nadie que practicara menos aparecía en ese grupo y viceversa; los pertenecientes al segundo grupo sumaban como máximo 8.000 horas y los del tercero apenas 4.000 horas.
La curva de aprendizaje
En contraposición a la teoría anterior de las 10.000 horas existen muchas otras, en las que se nos propone que el aprendizaje en 20 horas. Les dejo el video que he encontrado de Josh Kaufman autor del libro, the first 20 hours:
Sus teorías están basadas en la curva de aprendizaje que nos propone algo tan básico y lógico como que debido al poco nivel de habilidades que tenemos al principio el incremento de conocimiento al principio es muy rápido y a medida que pasa el tiempo en el que nos estamos formado cuesta más adquirir más conocimiento y especialización.
Veamos esta curva del aprendizaje que podemos encontrar en la Wikipedia:
Conclusiones para el emprendedor
Lo que está claro que el emprendedor medio domina algunas cosas y presenta carencias en otras, para estas últimas o se busca un buen equipo o las desarrolla el mismo, pues bien es aquí donde podemos según estas dos teorías expuestas que, salvo excepciones, nos puede valer aprender varias habilidades de manera autodidacta sabiendo que no vas a ser el mejor del mundo pero que te van a resolver la vida y completar tu perfil emprendedor.
Esto es más oportuno, aunque siempre podrás prepararte 10 años de tu vida e intentar ser una eminencia en la rama que te propongas, tal y como hizo Bill Gates, ejemplo de emprendedor que cumple con esta regla.
Foto | Estitxu Carton