El pasado viernes El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba los últimos datos de desempleo de la Encuesta de Población Activa (EPA), una cifra que de 5,8 millones de personas y que refleja la peor cara de la crisis, con ninguna perspectiva de mejora para los siguientes meses (salvo momentos coyunturales como Navidad por el comercio o vacaciones por el turismo) debido a la mayor caída de la economía por las medidas de ajuste en 2013.
Pero también estos números reflejan una enorme diferencia respecto a los datos del otro gran indicador del empleo en España, el paro registrado en la oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo INEM) que cerró septiembre con 4,7 millones de desempleados registrados ¿Por qué esta enorme diferencia? La razón principal es que aunque ambas registran datos sobre el empleo de nuestro país, miden cosas distintas y utilizando métodos diferentes.
¿Que mide la EPA?
Empezamos con la EPA, que no deja de ser un muestreo. Cómo no se puede preguntar a toda la población cual es su situación laboral, lo que se realiza es una encuesta telefónica a 60.000 familias, con lo que se consigue un resultado muy rico en datos, ya que proporciona población activa, ocupada e información actualmente muy valiosa como cuantos miembros de una misma familia están desempleados.
Para analizar estos datos, se considera como población desempleada todas las personas de entre 16 y 74 años, que cumplan dos requisitos. El primero, que no tengan empleo ni por cuenta ajena ni propia (autónomos) en la semana anterior de la encuesta, pero también que lleven al menos desde las 4 semanas anteriores buscando trabajo y que puedan aceptar cualquier oferta laboral en las siguientes 2 semanas.
Y ¿qué es el paro registrado?
Mientras, el paro registrado en las antiguas oficinas del INEM tiene en cuenta todas las personas que están registradas en estas oficinas como demandantes de empleo. Inscribirse como en las oficinas del servicio público estatal no es obligatorio, por lo que los trabajadores que estén buscando empleo y no lo hayan hecho, no se reflejaran en los datos de paro registrado, generando una importante diferencia.
Pero en el paro registrado también se realizan «ajustes» que hacen también disminuir su cuantía. En primer lugar se excluyen las personas que estén realizando cursos de formación de los Servicios Públicos de Empleo, una consideración que no tiene la EPA. Tampoco se incluyen los trabajadores beneficiarios del subsidio agrario (y que trabajan de forma temporal) y los que buscan su primer empleo estando estudiando o tras finalizar el estudio. Si tenemos en cuenta, el importante desempleo juvenil, estamos hablando también de una importante diferencia numérica.
Pero aquí no acaban los ajustes, tampoco incluyen aquellos demandantes que solicitan un empleo para un período inferior a tres meses (trabajos temporales, para el verano o cuando finalizan los estudios) o las personas que buscan un trabajo con una jornada inferior a veinte horas semanales, ambas circunstancias, muy relacionadas con los más jóvenes.
¿Cuál es mejor?
Desde hace siete años, los datos de la EPA reflejan un mayor número de desempleados que el paro registrado, lo que indica que en época de aumento del desempleo lo mide más eficientemente. Esto no significa que el paro registrado no sea una medida válida, de hecho es importante para el cálculo y realización de políticas de empleo.
Lo que si es cierto es que la EPA, sin las restricciones del paro registrado, refleja mejor el mapa del trabajo en España, además nos muestra datos que no nos da este índice, al tomar como primera unidad de referencia la unidad familiar, con cifras tan descorazonadoras como las familias que tienen todos los miembros desempleados.
Fuente > La Opinión
Y a eso restale los desempleados que cobran el subsidio y a la vez trabajan en negro en PYMES…