Un «Crafter» es toda persona que realiza manualidades con intención artística o decorativa, desde ganchillo, costura, jardinería, repostería, muñecos, lámparas o complementos, entre otras. Lo hecho a mano gana posiciones en los últimos años gracias a las nuevas tecnologías y a las plataformas digitales, que son una fuente de aprendizaje para iniciarse y una alternativa al autoempleo ya que, sin moverse de casa, cualquiera puede mostrar y vender sus creaciones.
En la actualidad están de moda, y no es que sea innovador lo que hacen sino porque están utilizando Internet para darse a conocer y para vender, se trata, por tanto, de una nueva forma de comercio basada en la artesanía.
El problema viene que no se trata sólo saber hacer el producto bien, sino que para dar el salto a venderlo – en España la crisis a empujado a muchas personas a intentar vender lo que antes era su hobby – hay que saber, entre otras cosas, definir y lanzar una marca en Internet, la conexión con las redes sociales, la confección de un blog y maximizar las herramientas que ofrece, conocer las plataformas de venta, webs y blogs de referencia, cómo comprar un dominio para tu marca o analizar la venta online o dominar la fotografía, ya que será la cara de nuestros productos.
Internet se mueve rápido y para un «Crafter» es fácil establecerse, lo que más prolifera es la presencia en Facebook o sus propias páginas web, pero también se han creado plataformas como Dawanda, fundada en 2006 y que actualmente cuenta con alrededor 2 millones de miembros y 150.000 diseñadores que ofrecen más o menos 2 millones de productos, con una media diaria de 7.000 productos nuevos.
«A pesar de la crisis económica, el e-commerce -venta online- se mantiene e incluso sigue creciendo por parte de los consumidores que buscan productos concretos. Dawanda permite que diseñadores de diferentes ámbitos puedan poner a disposición de los consumidores productos hechos a mano», explica Alberto Lorente, Director general de Dawanda en España a La Vanguardia
Fuente > Faro de Vigo
Queda muy bonito puesto así pero la mayoría de las personas que venden por FB o por blogs hacen una competencia desleal contra los artesanos que estamos dados de alta, pagamos alquileres y los impuestos de un local.
Revientan precios, no asumen sus deberes como ciudadanos y si se cansan lo dejan. Muchos de ellos trabajan en otras cosas y se dedican a esto «en sus ratos libres»
Mientras los artesanos de toda la vida que nos cuesta un montón cumplir con todo lo que nos piden. Y además de capear con la crisis, tenemos que oír que esta gente es muy cool porque se mueve en la red.. en fin. Otro mazazo al pequeño comercio artesanal.
Toda la razón. Y como la mayoría no pretenden dedicarse a esto profesionalmente les da igual quedar bien o quedar mal. Están de paso. Y encima nos ponen mala fama a otros profesionales que sí nos lo tomamos en serio. Crafters..vaya nombre, artesanos de toda la vida y se ponen un nombre en inglés..
Hola Patricia y Liria, estoy de acuerdo con ustedes en una cosa todo lo que sea competencia desleal no estoy de acuerdo; en cuanto al intrusismo y al fraude, los artesanos no son distintos a, por ejemplo, las empresas de reformas o los contables, hay gente que lo hace pero que son pésimos profesionales, no están dados de alta, etc.
Lo único que intentaba transmitir en en el artículo es que hay más maneras de hacer lo mismo, que los sectores evolucionan, y que estas oportunidades no son solo para los recien llegados al sector sino para los que ya estaban establecidos; no se trata de ver estas tendencias del mercado como una amenaza sino como una oportunidad.
Me alegra verlas por emprendemania, saludos
Hola! Gracias por la respuesta. Así había entendido tu post :)
Sí es cierto que las cosas cambian y que todos debemos adaptarnos. Pero, por ejemplo, la venta por Facebook está prohibida por esa misma plataforma. Sin embargo muchas la usan para ello y por supuesto no podrás pedir ni un ticket a la persona que te venda.
Por lo tanto ya no cumplen con las condiciones a las que está obligada una empresa que se dedique al comercio electrónico. Es economía sumergida.
Y sólo por eso no tienen los mismos gastos que puedo tener yo por pagar local, autónomos, impuestos, basuras, etc…Y sé de lo que hablo pues tengo una tienda de artesanía desde hace casi 11 años y veo día a día como revientan los precios desde FB o páginas como Etsy o Dawanda.
Y nadie parece perseguir ese tipo de venta.
Leía una frase el otro día que me hizo gracia y que resume un poco el lavado de cara que algunos se han hecho: «Si vendes madalenas a granel eres un gitano, si vendes «cupcakes» por FB ya eres un emprededor»
¿Pero alguien se da cuenta de todo lo que tiene que pagar un pastelero profesional? Los controles sanitarios que ha de cumplir? Que esas cupcakes compradas en internet pueden estar hechas sin la más mínima garantía. Pero como está de moda se venden madalenas con chocolate pro cualquier lado… Lo veo a diario.
Un saludo, por cierto me ha gustado mucho la página, Patricia