Hoy nos gustaría echar la vista atrás, partiendo desde el punto de vista de la situación actual con las micropymes y pymes ahogadas, muchas cerrando y estás, junto con las que se están abriéndose en una queja contínua, y con razón, sobre la burocracia y la simplificación administrativa.
Pues bien, nos gustaría que analizáramos un texto de hace casi 15 años, concretamente la recomendación 344 de la Comisión europea sobre la mejora y simplificación de las condiciones para la creación de empresas, de la que podemos extractar muchas frases, ya entonces muy significativas, y que siguen de actualidad como las siguientes:
Hace falta un cambio de mentalidad dentro de las administraciones públicas para conseguir un comportamiento más orientado al cliente entre administraciones y empresas, y las administraciones públicas deberán preocuparse más por ayudar a la empresa que por controlarla […]
[…] Si nadie discute la necesidad de una reglamentación adecuada, el efecto acumulado de esa reglamentación, su complejidad y los costes de adaptación ocasionan problemas y pueden tener consecuencias desproporcionadas sobre las empresas en relación con el objetivo de la reglamentación […]
[…] la carga – administrativa – es desproporcionada para las pequeñas empresas, que, en comparación con las grandes, no disponen de los recursos humanos y financieros necesarios.
Un marco para una política de simplificación implica, por tanto, una coordinación dentro de los servicios públicos, no sólo entre las administraciones centrales, sino también entre éstas y las autoridades locales […]
Los funcionarios deberían sensibilizarse mediante campañas de información y los que se ocupan de asuntos relacionados con las PYME deberían recibir una formación apropiada […]
[…]Debería animarse a las administraciones públicas a compartir la información, utilizar más las bases de datos y las tecnologías de la información disponibles y, en su caso, adaptar sus normativas sobre protección de datos. Se sobreentiende que esa información compartida se refiere a los datos no confidenciales […]
Sobre el IVA:
[…] algunos Estados miembros permiten a las pequeñas empresas pagar el IVA tras haber recibido el pago del cliente en lugar de en el momento de elaboración de la factura («cash accounting»)
Y por último un poco de empatía:
Cuando proponga una nueva reglamentación, el legislador deberá tener un completo conocimiento de las consecuencias que dicha reglamentación tendrá sobre las empresas en términos de costes de adaptación y formalidades. Cuando sea necesario, deberán realizarse evaluaciones de las consecuencias sobre las empresas y análisis de los costes-beneficios en estrecha colaboración con la comunidad empresarial. Al hacerlo, el legislador deberá prestar una atención especial a las exigencias de conformidad para las PYME. Cuando las PYME pueden cumplir la normativa con un coste razonable, las grandes empresas también pueden hacerlo, mientras que, a la inversa, no ocurre necesariamente lo mismo. El principio de «pensar primero en los pequeños» («think small first») debería servir como test de tolerancia
Entendemos que ya han pasado 15 años, y que casi todos los paises de la Unión Europea casi estaban en el mismo punto de partida, pero seguro que a lo largo de este tiempo unos habrán hecho mejor su trabajo que otros, comprobándose esto en la situación actual de cada uno de ellos.