Como emprendedor y en la época del conocimiento en la que estamos debes saber ya que buena parte del éxito va a depender en parte de las personas que nos rodeemos y de la importancia del equipo. Por tanto, si vamos a crear una empresa tenemos que ver qué tipos de persona necesitas a tu lado sí o sí, con independencia de lo que diga el currículum vitae que tienes sobre la mesa.
Con esto es importante que estos son perfiles de personas, pero puede ser que alguna persona reúna varios de estos perfiles o que tu mismo, como emprendedor tengas alguno de ellos. A continuación les presentamos las cinco personas de las que te debes rodeas:
El Visionario
Necesitas contar con alguien que sepa salir de la rutina del día a día y ver más allá. Evidentemente el trabajo del momento hay que hacerlo porque de lo contrario tu empresa no tendrá ingresos, pero también debes contar con una figura que sepa abstraerse de forma suficiente como para trazar el camino que tendrá que seguir tu empresa si no quieres que se quede anclada en el presente que pronto será el pasado, y entonces sí que ya… Alguien capaz de reinventarse a sí mismo puede ser, también, alguien capaz de reinventar a su alrededor.
El Ejecutor
Para poner un contrapeso al Visionario, necesitas a alguien que conserve los pies en el suelo, que esté pendiente del día a día y se encargue de resolver los problemas cotidianos. Normalmente los rasgos del Visionario y el Ejecutor no se dan en una misma persona, así que conviene explorar esas características por separado, en personas diferentes que se complementen. Un ejemplo de la utilidad de este equilibrio está en la sobrevaloración que muchas veces le damos a La Idea. Tener La Idea está muy bien, es fundamental; pero lo realmente interesante es realizar esa Idea, hacer un buen seguimiento de cómo se desarrolla y llevarla a cabo, esto es a término, a fin. Acabar lo que se ha empezado, vaya, y acabarlo bien.
El Defensor del Cliente
No olvides que una empresa no es nadie sin sus clientes. Y esos clientes necesitan a alguien dentro de la empresa que defienda sus intereses. Alguien empático y firme en sus convicciones, que comprenda la posición de su cliente y esté dispuesto a darlo todo por él. En más de una empresa, el primer día se dice aquello de “miramos por nuestro cliente”, pero poco a poco los objetivos se van cambiando a un “pero a nosotros nos interesa esto”. El Defensor del Cliente es una figura clave para equilibrar la balanza.
El Luchador
Alejandro Magno dejó dicho: “Yo no le tengo miedo a un ejército de leones dirigidos por una oveja, tengo miedo de un ejército de ovejas llevadas por un león”. Cuando hablamos de llevar a cabo una idea con arreglo a los deseos de los clientes, es necesario alguien que ponga riesgo y pasión a lo que hace, alguien que sea capaz de llevar adelante un proyecto con todas sus consecuencias; un remero para el barco cuyo timón queda enderezado por el equilibrio entre el Visionario, el Ejecutor y el Defensor del Cliente. Un luchador.
El Promotor
Finalmente, para evitar que tu barco se pierda en la inmensidad del océano de las marcas, necesitas a alguien que te haga visible a los demás. En Estados Unidos tienen calculado el número de marcas que percibe un consumidor medio: unas 3.000. Son muchas como para que alguien se fije en tu marca de forma espontánea, así que hay que ayudarle. Alguien que sepa cómo llamar la atención, si es necesario subiéndose a la mesa, es tu candidato ideal.
Fuente > En Naranja