Hace unos meses se celebró la Startup Competition, un evento que reunió a todo el ecosistema emprendedor español, aprovechándose dicho concurso por Spain Startup para elaborar un estudio analizado los 1.800 proyectos presentados, de los que el 67% eran procedentes de España (67%), el 13% del Sur de Europa y Mediterráneo y el 11% de Latinoamérica.
Lo que destaca sobremanera es el descenso de la edad media de los emprendedores españoles, que en 2014 se situaba entre los 35 y 44 años, así como que disminuye en dos puntos el porcentaje de mujeres que deciden ser su propio jefe, de 19% al 17%
Asimismo, existe un dato llamativo respecto a los emprendedores tradicionales, ya que la mitad de los emprendedores ya había lanzado una startup antes y un 6% ha puesto en marcha ya más de 5. A pesar de que el 61% no consiguió sacar adelante su anterior proyecto, 1 de cada 4 logró venderlo con éxito.
El perfil del emprendedor de startups
Los profesionales que hoy en día se lanzan a crear su propio negocio son hombres (83%), con estudios universitarios o de postgrado (90%) y cada vez más jóvenes. A diferencia de lo que ocurría el año pasado, cuando la franja de edad más común era la de 35 a 44 años, en este último año ha descendido la edad de los emprendedores en España, aproximándose cada vez más a los países más avanzados.
Así, más de la mitad (52%) tiene menos de 35 años, en línea con lo que ocurre en Latinoamérica, el resto de Europa y los países del Mediterráneo. El porcentaje de mujeres emprendedoras no sólo continúa siguiendo muy bajo sino que en este último año se ha reducido dos puntos, pasando del 19% al 17%.
En otro orden de cosas, la financiación sigue siendo el principal reto al que se enfrentan los emprendedores, cada vez cobra mayor protagonismo la búsqueda de socios estratégicos; más de la mitad de los proyectos (58%) se pone en marcha con recursos propios y un 26% arranca gracias al apoyo financiero de familiares y amigos. Sólo un 12% empieza con el apoyo de fondos privados y apenas un 4% comienza a emprender con un crédito bancario o a través del crowdfunding.
El 57% de los emprendedores españoles trabajaba por cuenta ajena y sólo un 1% estaba antes en paro, cifra que desciende significativamente respecto al año pasado, cuando representaba el 9%. Este dato confirma que la aventura de emprender es una opción meditada y no una alternativa al desempleo. No en vano, cerca del 100% asegura haberse decidido porque ha visto una oportunidad de negocio o por espíritu emprendedor y 6 de cada 10 afirma que siempre quiso montar una startup.