Eso al menos es que lo que afirma el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Con el objetivo de apoyar a los emprendedores, la Unión Europea estableció en 2009 la Ley Europea de la Pequeña Empresa (Small Business Act), una iniciativa no vinculante que pretende establecer un conjunto de directrices comunes de apoyo a las pymes. Dos años después se ha dado a conocer su balance en España. La UE ha movilizado en el periodo 2009-2011 cerca de 100.000 millones de euros en España para llevar a cabo este programa, con el que se han financiado hasta la fecha más de 700 proyectos empresariales por un importe cercano a los 30 millones de euros.
Los 100.000 millones puestos a disposición de las PYMEs españolas en los últimos tres años provienen en su mayor parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y, en mucha menor cuantía, del Ministerio de Industria, a través de ENISA y CERSA, y de la cuantificación del ahorro fiscal que han obtenido este tipo de compañías con medidas adoptadas por la Administración.
Las PYMEs son «el motor» de la economía española, «ya que representan el 99,9% del tejido empresarial y suponen el 78% del empleo del país y el 68% del valor agregado bruto (VAB)