La profesionalización de una empresa puede ser dura si no se afronta como si fuera una pérdida de oportunidad. Al final, lo importante son las personas, sobre todo lo que nosotros llamamos el sponsor dentro de la familia, que es la persona que ha pensado el proceso y el que lo ha implantado. Es necesario un líder en este tipo de iniciativas, que recoja la realidad empresarial. Dentro de una familia hay diferentes roles, y conviene hacerlo de manera pausada y transparente. De esta manera, se consigue el éxito, teniendo confianza en las personas.