El aumento del tramo autonómico del IRPF aprobado por Asturias, Cantabria, Cataluña, Andalucía y Extremadura, que entró en vigor el pasado 1 de enero, no afecta a las retenciones que las empresas aplican sobre la nómina de sus trabajadores.
El Gobierno adoptó esta decisión para no dificultar los trámites administrativos de las compañías. Así lo aseguró ayer el director general de Tributos, Jesús Gascón, en unas jornadas fiscales organizadas ayer en Madrid por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y PwC.
Ello implica que un trabajador madrileño y otro catalán que tengan un sueldo de 120.000 euros gozarán del mismo salario neto mensual. Sin embargo, en junio del próximo año, cuando presenten la declaración de la renta de 2010, el empleado catalán tendrá que pagar más Hacienda ya que, entonces sí, se aplicará la subida fiscal aprobada por la Generalitat que elevó dos puntos el IRPF para las renta superiores a 120.000 euros y cuatro puntos para aquellas que sobrepasen los 170.000 euros.
Por ejemplo, un directivo del Ibex que resida en Barcelona con una base imponible de 650.000 euros pagará 20.800 euros más por IRPF que otro con el mismo sueldo que tribute en Madrid. En cualquier caso, el porcentaje de retención se ha incrementado este año para las rentas altas ya que el Gobierno central aprobó elevar del 43% al 44% el tipo a partir de los 120.000 euros y hasta al 45% para los contribuyentes que ganan más de 175.000 euros. Y esta medida se aplica en todo el territorio. A efectos prácticos, ello supone que un trabajador que gane 200.000 euros sufrirá una retención en su nómina del 39% este año cuando, el año anterior, con ese mismo sueldo, Hacienda le retenía un 38%.
Fuente > Cinco Días