Este martes 21 de septiembre de 2010, se acaba el plazo para que los grupos parlamentarios puedan aportar sus enmiendas a Ley de Economía sostenible y, con ella, la Disposición Final Segunda (anteriormente Disposición Final Primera) o «Ley Sinde» que ataca los derechos fundamentales en Internet en favor de lobbies industriales que no quieren reconvertirse. La misma Disposición cuya retirada cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas han pedido de todas las formas.
Recordamos además que esta Disposición se ha introducido de espaldas al propio parlamento: ha sido creada mientras una SubComisión Parlamentaria estaba trabajando sobre la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. La Disposición final Segunda a sido introducida en la Ley de Economía Sostenible sin escuchar las conclusiones de dicha subcomisión que propone una reforma en profundidad de la Ley de Propiedad Intelectual para encarar con seriedad y beneficio general los problemas generado por las innovaciones de la era digital. La disposición Final Segunda tiene que caer también porque representa un desprecio a la labor de los diputados que son los reprentantes de los ciudadanos y ciudadanas de este país.
Queremos también recordar a los diputados que la ciudadanía pide que se desactive una ley que no ampara los derechos mínimos:
1 – No se puede concebir una ley que afectan intereses particulares y no generales donde el juez no pueda entrar en el fondo del asunto, ofreciendo todas las garantías legales a los ciudadanos y emprendedores que están operando en Internet. Cerrar el acceso a un sitio Web puede devastar la economía de un pequeño y mediano emprendedor. Los ciudadanos no debemos asumir la reconversión de las Majors.
2 – No se deben mezclar asuntos del orden de la competencia desleal, como puede ser lucrarse del trabajo de otro sin que esto repercuta sobre este último, con la libertad de enlazar, citar y compartir, que son la esencia misma de Internet, una herramienta crucial para el futuro.
3 – Es inadmisible que se legisle en favor de un sector económico atrasado en su reconversión a expensas de los emprendedores que están ya implementando las oportunidad de la era digital. El ministerio de Cultura no está a la altura del alcance del problema. Ha invertido un tercio de sus recursos en Industrias Culturales y ahora necesita una Comisión nada imparcial para rentabilizar estos recursos, distorsionando el desarrollo normal de la economía cultural. Antes el ladrillo, ahora la copia. No reproduzcamos una burbuja de los contenidos de entretenimiento.
El respeto y la comprensión de las opciones que ofrece Internet son la salida de la crisis. La disposición final segunda de la LES nos está negando el futuro.
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Nota de prensa de Red SOStenible