1º) Evitar la improvisación. Hacer y seguir un Plan Estratégico, el 63% de las empresas carecen de él.
2º) Tener una agenda de reducción de costes para hacerlo desde la coherencia, la racionalidad y la planificación.
3º) Definir nuestra ventaja competitiva, lo qué les hace diferentes en el mercado frente a los competidores, una vez identificada se debe centrar en ella el discurso comercial. Que el mercado la conozca y la reconozca.
4º) Elegir a los clientes, ya que aproximadamente el 30% de los clientes no son rentables, debiendo focalizar los esfuerzos a los que si lo son.
5º) Apostar por el talento. La diferenciación de las empresas las marcan las personas con talento.
6º) La fuerza de ventas es la clave para el crecimiento y la rentabilidad, por lo que debemos contar con los mejores profesionales.
7º) Vigilar los precios. En una adecuada política de precios, éstos no los fija el equipo comercial, sino el mercado. Cuánto está dispuesto el consumidor a pagar por un producto.
8º) Medir, medir, medir. Lo que no se mide no se gestiona. Hay que contar con un Cuadro de Mando posibilita seguir de manera eficaz la implantación de la estrategia.
9º) Saber retirarse a tiempo es una victoria. Un análisis exhaustivo del posicionamiento de la compañía puede llevar a abandonar algunos momentos y por el contrario entrar en otros.
10º) Acción, acción y acción. Sólo el 10% de las estrategias formuladas se implantan efectivamente. La falta de metodología, experiencia, tiempo o cualquier otro condicionamiento, impiden que se lleven a la práctica con el consiguiete perjuicio
Via > David Gandia, gerente de Improven en Navactiva
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