Los españoles somos así, en ocasiones somos cabezones, en otras dejados y en otras confiados, – no te preocupes, también tenemos nuestras cosas buenas – y cuando somos emprendedores por primera vez estas características nos acompañarán conjugándose para jugar en nuestra contra.
Y es que ni avisándote. Te comportarás de tal manera que, a pesar de estar prevenido, cometerás errores sobre los que alguien te dirá seguro, “te lo dije”. Hoy veremos tres de estos fallos comunes de emprendedor primerizo:
No ser productivos en la preparación de nuestro proyecto empresarial
El tiempo que se emplea en la elaboración del proyecto para crear una empresa suele ser muy mal aprovechado por los emprendedores, ya que no terminamos de ver el objetivo o el fin que tiene dicho periodo de maduración de la idea.
Se trata de ser productivos y efectivos también en esos meses, ya que a veces perdemos mucho tiempo en elaborar el plan de negocio, sin darnos cuenta que lo que tenemos que hacer con él es que nos proporcione también herramientas que posteriormente podamos usar en la gestión de nuestro negocio.
Se trata de, si tenemos que hacer estimaciones, preparar un Excel que nos plantee los objetivos de ventas, si tenemos que hablar del marketing, plantear una planificación de marketing, con objetivos y acciones concretas y medibles que podamos seguir a rajatabla en los primeros meses de actividad, o si, por ejemplo, vamos a analizar a los competidores prepararnos una buena tabla para hacer benchmarking que podamos usar y actualizar cada tres meses.
Todo lo que no sea aprovechar este periodo será tiempo perdido y por tanto dinero una vez creemos nuestra empresa
No disponer un plan de tesorería como herramienta
Ya no hablamos de manejar un plan de tesorería correctamente, que podemos tener carencias en nuestra capacitación para controlarlo, sino ya, directamente, ni tenerlo.
Se trata de crearnos una herramienta, que nos arroje control sobre lo que nos toca pagar y lo que estamos cobrando, pudiendo tener una doble visión en un mismo sitio, por un lado, la realidad, que iremos actualizando con datos del día a día, y, por otro, con estimaciones, para que vayamos teniendo una buena previsión de dinero que nos hará falta, que con el tiempo y aprendizaje iremos clavando.
Para esto podemos coger cualquier plantilla de planes de tesorería que tengamos e irlo adaptando a la realidad de nuestra empresa y a la forma que tengamos de trabajar para que nos sea útil y cómo de usar.
No planificar ni organizar casi nada
No somos amigos de planificar y muchas veces el emprendedor primerizo no es consciente de la importancia que tiene, pero es que la mayoría de problemas que tienen las microempresas en su primer año de vida, aparte del modelo de negocio erróneo, son de organización.
Con planificación y organización, por ejemplo, tendremos planteado nuestro marketing, nuestros objetivos de ventas, nuestra base de datos de potenciales clientes, nuestros dossieres de ventas, las visitas que tenemos que hacer.
Por otro lado, y solo como ejemplo, podremos plantear los indicadores básicos de control de nuestro negocio, o dejaremos de cometer errores como empeñarnos en las redes sociales intentando que nos den unos resultados que nos son los que se les pueden exigir, pero como es divertido.
Y es que podemos escudarnos fácilmente en la, tan extendida y de moda, técnica de prueba y error, que erróneamente utilizada puede ser nefasta para nuestros comienzos como emprendedor.